martes, 6 de septiembre de 2011

E. Granados: Goyescas

  • Enrique Granados (Lérida) 1867 – (Canal de la Mancha) 1916 (Granados y su esposa murieron en el torpedeo de un transatlántico por un submarino alemán en la 1ª guerra mundial).
  • Estudió el piano en Barcelona con Juan Bautista Pujol y la armonía y la composición con Felipe Pedrell, prosiguió sus estudios en París con Charles W. Bériot.
  • Granados es a la vez un representante rezagado del romanticismo español (con influencias de Chopin, Schumann, Grieg), creador del movimiento musical contemporáneo y de una importantísima escuela de interpretación pianística.
  • Se le asigna con frecuencia la etiqueta de “nacionalista”, Granados (como hacen muchos compositores) utiliza unas veces el folklore literalmente, lo “recrea” parcialmente en otras y en ocasiones se lo inventa.
  • En 1900 fundó en Barcelona la Sociedad de Conciertos Clásicos y un año después, la Academia Granados (continuada por uno de sus discípulos Frank Marshall) destinada a la enseñanza del arte pianístico.
  • Goyescas: Esta colección fue estrenada por el compositor en Marzo de 1911. A las seis piezas originales, se le añadió una séptima, El Pelele, que normalmente se intercala en quinto lugar. Inspiradas en los cuadros y tapices de F. de Goya (1746-1828), fueron subtitulas probablemente “Los Majos Enamorados”.Es la evocación de una España galante y frívola lo que se “visualiza” en cada una de estas piezas en forma de escenas de comedia. Él mismo decía: <Quisiera dar en Goyescas una nota personal, una mezcla de amargura y de gracia y desearía que ninguna de sus fases no primara sobre las demás en atmósfera de refinada poesía…El ritmo, el color y la vida claramente española, la nota sentimental, unas veces repentinamente amorosa y otras dramática y trágica, tal y como aparece en la obra de Goya>
  • Goyescas:
      • Los Requiebros: pieza llena de ornamentos y arabescos, de espíritu galante y posee el sabor de las tonadillas, aquellas melodías que utiliza Granados y en las que se inspiran dos motivos, muy variados, sobre la base rítmica de una jota.
      • Coloquio en la Reja: <todos los bajos imitan a la guitarra>, precisa el compositor en esta conversación amorosa en la que intervienen la voz masculina y femenina. Clima doblemente instrumental y vocal. Fuego, exaltación, sentimentalismo o resignación.
      • El Fandango del candil: Granados indica <escena cantada y danzada>, pero la danza es lo que prima y parte esencialmente de la tonadilla las Currutacas (presumidas) modestas, con sus ritmos ásperos, obstinados. Las sonoridades de la guitarra están omnipresentes junto a los sonidos de las castañuelas, producidos por el corte percusivo de los tresillos.
      • Quejas o la Maja y el Ruiseñor: Granados creyó necesario precisar el clima emocional de la obra: <Con los celos de una mujer y no con la tristeza de una viuda>. La expresividad de sus notas ornamentales (grupetos, mordentes) que cuentan la “queja” de la maja. Saber escuchar el murmullo de la noche, sentir los perfumes. Ricamente armonizada, concluye con los trinos de ruiseñor que responde a la enamorada.
      • El Amor y la Muerte: es una balada en la que dominan los acentos dramáticos con la indicación “Molto expresivo e come una felicitá nel dolore” (Muy expresivo y como una felicidad en el dolor). Triste y obsesiva (un poco repetitiva), sombríos acordes que significan las trágicas sentencias de la Muerte. Las sonoridades de campanas, ahogadas, señalan el término de esta pieza.
      • Serenata del espectro (Epílogo): un Allegretto que toma, sobre cortados acordes en staccato, el ritmo de una copla. El espectro, un galán muerto en duelo, vuelve a cantar bajo las ventanas de su amada una serenata de venganza que recorren los fantasmales de su difunta pasión. Una evocación misteriosa e inquietante.
      • El Pelele: los sobresaltos del pobre muñeco de trapo (cuadro de Goya) que salta en el aire se traducen con irónica gracia (notas veloces, octavas alternadas), de nuevo brilla la Tonadilla (Canción que nació en los tablaos madrileños a comienzos del siglo XVIII. Su temática era, o amorosa, o una sátira política), y el virtuosismo y alarde técnico toman aquí las riendas de esta página llena de bravura, brío y efecto luminoso que la convierte en el exponente más claro de la madurez de Granados.
  • Intérprete: Rosa Sabater (Barcelona 1929 – Madrid (accidente de avión) 1983), piano.

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